Miles de iraquíes, entre ciudadanos y autoridades, han marchado por el centro de Karbala y coreado consignas contra los Al Saud, familia que reina Arabia Saudí, para mostrar su rechazo contra la ejecución del destacado religioso saudí.
Los indignados han pedido a los funcionarios iraquíes que cierren de inmediato la embajada de Riad en Bagdad, capital iraquí, y demandan la ejecución de los terroristas saudíes que se encuentran en las cárceles iraquíes.
El sheij Al-Nimr —detenido el 8 de julio de 2012 tras ser herido de bala— ha sido ejecutado pese a las llamadas para la anulación de la pena capital emitida el 15 de octubre de 2014. Él recibió esta sentencia por supuestos cargos de terrorismo, pero en realidad lo único que hizo fue defender los derechos de los prisioneros y desobedecer a la monarquía de los Al Saud.
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