Honduras se ha convertido en los últimos años en un paraíso para los narcotraficantes, según varios actores tanto políticos como sociales, que aseguran que el sucio negocio del tráfico ilícito de drogas ha cooptado la institucionalidad en el país.
A pesar del excesivo gasto que el Gobierno hondureño destina a las Fuerzas Armadas, los resultados en combate al crimen organizado no son notorios, de acuerdo a los expertos.
Ministros, diputados, empresarios y hasta expolicías han sido acusados en EE.UU. por narcotráfico, sin embargo, en Honduras ni uno de ellos había sido investigado previamente por los operadores de justicia hondureños.
El sólo hecho de que sea la justicia de otro país la que castiga a los traficantes de drogas hondureños demuestra la debilidad del Poder Judicial hondureño, según la oposición política.
Exmiembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas han llegado a denunciar que el país está gobernado por el crimen organizado.
En 2018 Honduras decomisó 8,7 toneladas de droga, en contraste Costa Rica, una nación sin Ejército incautó 32,6 toneladas de droga.
Daniel Sierra, Tegucigalpa.
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