El acto fue convocado por el Movimiento Justicia y Espiritualidad. Esta organización que no reconoce la jerarquía del rey Mohamed VI como comendador de los creyentes cuenta con una gran implantación en la sociedad, aunque no concurre a elecciones.
A la manifestación se sumaron militantes de casi todo el arco político marroquí, sobre todo de los grupos de izquierda, pero lo hicieron a título individual, sin banderas de partido.
Los descontentos portaban pancartas con lemas contra el Gobierno marroquí, Asimismo, pedían al Ejecutivo la liberación de los detenidos, además de denunciar la represión sistemática del Gobierno.
Desde el lunes 29 de mayo, cuando se ordenó la detención de Nasser Zafzafi (líder opositor marroquí), las detenciones de los manifestantes no han cesado. Pero los indignados, tampoco. La policía ha acordonado varias noches barrios de la capital donde solían efectuarse las concentraciones.
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