Oymyakon está situada en el este de Siberia. Este pequeño municipio de la República de Sajá, de poco más de 450 habitantes, ostenta el récord de la temperatura más baja jamás registrada en una zona habitada.
Durante los largos nueve meses que dura el invierno, es muy frecuente que el tiempo se mantenga alrededor de los 60 grados bajo cero, por lo que muchos lo consideran el pueblo más frío del planeta.
A pesar de las rigurosas condiciones climáticas, allí viven muchas de las personas más longevas del país. Un buen número supera el centenar de años. Mientras que la mortalidad infantil resulta alarmante.
Los residentes de la localidad se cubren de pies a cabeza con varias capas de abrigos hechos con pieles de reno y otros animales que proveen lanas de gran calidad.
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