“El reconocimiento sin duda es significativo, pero será un gesto vacío si el Reino Unido no busca también poner fin al genocidio, la ocupación ilegal y el sistema de apartheid de Israel contra el pueblo palestino”, ha afirmado este domingo el director de Respuesta a Crisis de Amnistía británica, Kristyan Benedict, mediante un comunicado.
El alto funcionario de la Amnistía Internacional (AI) ha enfatizado que cualquier solución política, incluido el reconocimiento, debe estar fundamentada en el respeto a los derechos humanos y la justicia internacional. Asimismo, ha subrayado que el gobierno británico debe actuar inmediatamente para “garantizar el fin” del bloqueo en Gaza y el desmantelamiento de los asentamientos ilegales.
En este sentido, Benedict ha instado al Reino Unido suspender las exportaciones de armas a Israel, desinvertir de empresas armamentísticas que continúen vendiéndole material, sancionar a funcionarios israelíes implicados en crímenes de derecho internacional y detener el comercio con los asentamientos.
“Las palabras por sí solas no detendrán las atrocidades. El reconocimiento debe estar vinculado a una rendición de cuentas real”, destaca la nota.
En este contexto, el comunicado oficial de la organización de derechos humanos resalta que el sistema de ocupación y apartheid debe terminar y garantizarse justicia para las víctimas. El texto concluye que, mientras continúe el genocidio, cualquier declaración que no vaya acompañada de medidas concretas serán “palabras vacías”.
Reino Unido, Canadá y Australia han comunicado previamente el reconocimiento del Estado de Palestina en vísperas de la Asamblea General de Naciones Unidas. Con el reconocimiento también de Portugal en la tarde de este domingo en Nueva York, ya son en torno a 150 los países que han dado carta de naturaleza al Estado de Palestina.
Esta decisión de países occidentales ocurre al ya no poder taparse el genocidio que ejerce Israel sobre la nación palestina en Gaza, desde el 7 de octubre. Desde entonces, el régimen sionista ha matado a más de 65 000 personas en el enclave asediado.
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