“(El asesinato del general Soleimani) Es obvio, cínico, repugnante. Y todos, en todo el mundo, podemos pagar las consecuencias”, aseveró el sábado Manuel Castells, ministro de Universidades del Gobierno de España.
Castells con esta sentencia se refirió al asesinato del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani y del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, entre otros compañeros, en un ataque militar de Estados Unidos en Irak.
La ofensiva estadounidense ha desatado una ola de condenas y rechazos a nivel mundial. Diferentes países como Rusia, China, Siria e Irak han condenado el asesinato de Soleimani, prominente estratega militar y destacado héroe en la lucha antiterrorista en Irak y Siria.
El titular de Universidades remarcó que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó el asesinato del general iraní para “diluir los efectos del proceso de impeachment en el Congreso”.
Castells alertó de que el asesinato del comandante iraní y el subcomandante iraquí profundizará el “desastre geopolítico de la estrategia estadounidense en el oeste de Asia” y enfatizó que las tensiones creadas en esta región por las acciones terroristas del mandatario norteamericano amenazan la “paz mundial”.
Asimismo, consideró que las tensiones en el oeste de Asia tienen su raíz en la invasión de Irak en el 2003 para derrocar al exdictador iraquí Saddam Husein, basándose en desinformación y manipulación informativa, con la complicidad de líderes europeos, como el expremier británico Tony Blair y el expresidente español José María Aznar.
nsr/ncl/mnz/hnb