• Seguidores del Fútbol Club Barcelona presentes en las gradas del Estadio Olímpico de Berlín muestran pancartas y banderas a favor de la independencia de Cataluña.
Publicada: viernes, 24 de julio de 2015 16:25

La Comisión de Control, Ética y Disciplina de la UEFA acordó el jueves imponer una multa de 30.000 euros al Barcelona por la masiva presencia de banderas independentistas, y de cánticos de ese signo, durante la final de la Liga de Campeones, que se disputó el pasado 6 de junio en Berlín.

A finales de junio, la Unión de Asociaciones de Fútbol Europeas (UEFA, por sus siglas en inglés) abrió un expediente al Barcelona por la masiva presencia de "estelades" (banderas independentistas) y de cánticos de ese signo durante la final de la Champions contra la Juventus de Turín, registrada el pasado 6 de junio en Berlín, que el jueves se ha resuelto con la imposición de una multa de 30.000 euros.

El club se enfrentaba a una multa económica que podría alcanzar los 60.000 euros o, incluso, el cierre de alguna zona del Camp Nou en un próximo partido de la máxima competición continental.

El Barcelona presentó alegaciones y mostró su sorpresa porque el informe presentado ante la UEFA fue elaborado con las informaciones recogidas por la transmisión seguida por televisión y no presencialmente.

En la zona de aficionados del Barça en el Estadio Olímpico de Berlín hubo muchas ‘estelades’ (banderas independentistas).

 

El informe estaba firmado por la abogada ucraniana Anna Bordiugova, miembro del equipo de inspectores de la comisión disciplinaria de la UEFA, que preside el chipriota Chris Georghiades.

En el reporte del delegado de la UEFA en aquel partido, el holandés Harry M. Been, se destacaba el "excelente comportamiento" de los aficionados del Barcelona, así como en la grada azulgrana no se utilizaron artefactos de pirotecnia y los cánticos de su afición "no fueron discriminatorios".

El proyecto independentista catalán ganó ímpetu con una multitudinaria manifestación en Barcelona, en septiembre de 2012, y alcanzó su clímax el pasado 9 de noviembre, cuando una consulta popular informal congregó a 2,3 millones de personas para votar a favor de la independencia.

En meses posteriores, las encuestas de opinión reflejan un ligero descenso en la extensión del independentismo, aunque los catalanes mantienen la convicción de que los habitantes de la región tienen “derecho a decidir” sobre la cuestión, al margen del resto de los españoles, frente a las tesis del Gobierno español.

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