“Esta moción no es una cuestión de táctica electoral, sino de ética. Tiene que ver con qué tipo de democracia queremos, si una basada en los valores o en la demoscopia”, ha dicho Sánchez a los miembros asistentes del máximo órgano decisorio de su partido tras la reunión a puerta cerrada para abordar la moción de censura contra el Gobierno, prevista para jueves y viernes.
Pese al apoyo total a la medida, anunciada tras la sentencia del caso Gürtel que condena al gobernante Partido Popular (PP) como partícipe en una trama de corrupción, el líder socialista se ha mostrado poco convencido de que su trámite pueda salir adelante “por la aritmética conservadora del Congreso, pero siempre habrá merecido la pena”, ha dicho.
Según destaca el diario madrileño El País, la principal indicación que han dado a Sánchez los responsables regionales del partido es que no haga concesión alguna a las fuerzas independentistas representadas en el Congreso de los Diputados español, algo que han recalcado los dirigentes en Andalucía y Castilla-La Mancha, Susana Díaz y Emiliano García Page, respectivamente.
El miércoles, el presidente de la Generalitat catalana, Joaquim ‘Quim’ Torra, exigió “apoyo a los presos políticos y exiliados” como condición para dar a la moción socialista su respaldo —indispensable pero no suficiente para hacerla prosperar—, mientras los nacionalistas conservadores vascos (cuyo voto es decisivo) reclamaban que Sánchez “aborde el modelo de Estado” y “sintonice con la Agenda Vasca”.
En esta situación, la agencia de prensa local Europa Press señala que la mayoría de los 260 miembros del Comité se mostraba satisfecho por la iniciativa de Sánchez, prospere o no, por el solo hecho de haberse presentado, y alguno se asombraba de que el órgano no haya pedido explicaciones al secretario general explicación alguna sobre su decisión ni sobre el modo de gestionarla.
Esta moción no es una cuestión de táctica electoral, sino de ética. Tiene que ver con qué tipo de democracia queremos, si una basada en los valores o en la demoscopia”, ha dicho el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, ante el Comité Federal de la formación.
Más crítico se ha mostrado fuera del PSOE el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Aunque su partido apoyó el viernes sin condiciones —igual que Izquierda Unida— la moción de censura, este lunes Iglesias ha criticado a Sánchez por no haber buscado “ninguna alianza” y ha considerado que un fracaso de su iniciativa lo colocaría “fuera de la política”.
Si el partido reformista conservador Ciudadanos no apoya la moción de censura —este lunes seguía sin aclarar lo que hará—, la moción de Sánchez cuenta sólo por ahora con los 84 votos del PSOE y los 67 de la coalición Unidos Podemos, en una cámara con 350 escaños.
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