El Comité Científico de las Naciones Unidas para el estudio de los Efectos de la Radiaciones Atómicas (UNSCEAR, por sus siglas en inglés), fue creado por la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en 1955. Su mandato en el sistema de las Naciones Unidas es evaluar e informar los niveles y efectos de la exposición a la radiación ionizante.
La representación permanente de Irán ante las Naciones Unidas en Nueva York (EE.UU.) anunció el martes que la República Islámica pudo cambiar su posición de “observador” a la “membresía de pleno derecho” del UNSCEAR tras varias rondas de intensas negociaciones sobre un proyecto de resolución presentado por Australia, que finalmente fue aprobado unánimemente por el Comité Político Especial de la AGNU.
Irán comenzó sus esfuerzos para unirse al referido Comité en 2011 y, a pesar de ciertas oposiciones, ganó una “membresía observadora” en 2017. Desde entonces, los científicos del país persa han participado en las actividades de esta institución científica.
Después de un período de cuatro años, Teherán se esforzó para obtener “membresía de pleno derecho” a petición suya, y tuvo éxito a pesar de oposición del régimen israelí y los actos de sabotaje de EE.UU.
El representante permanente de Irán ante las Naciones Unidas, Mayid Tajt Ravanchi, a su vez, ha saludado la plena membresía del país en el UNSCEAR y puso énfasis en que eso contribuirá al aumento de la eficacia de este organismo.
Además, aseguró que la República Islámica cooperará con el organismo y apoyará completamente sus medidas en el campo de los temas relacionados con la seguridad nuclear y la protección de la salud pública y el medio ambiente frente a los efectos destructivos de la radiación nuclear.
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