“Los países europeos, como suscriptores del acuerdo nuclear, no solo no cumplieron con su parte de los compromisos, sino que se convirtieron en cómplices de la violación de Estados Unidos”, ha remarcado este lunes el portavoz de la Cancillería de Irán, Said Jatibzade, en referencia al derecho de la República Islámica de proceder al enriquecimiento de uranio al 20 % en uno de sus sitios nucleares.
En una rueda de prensa celebrada en la sede del ente en Teherán, capital iraní, el alto diplomático ha subrayado que la troika europea, es decir, el Reino Unido, Francia y Alemania, sabe mejor que nadie que las medidas de reanudación del enriquecimiento de uranio por Irán vienen estipuladas en el pacto nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
Es incomprensible, agrega, que los tres países europeos sigan ignorando los síntomas de esta “enfermedad crónica”, que la creó EE.UU. con su retirada unilateral e ilegal del convenio multilateral.
“Esa enfermedad no es otra que la violación repetida y completa del pacto nuclear por parte de EE.UU. y los tres países europeos”, ha anotado, añadiendo que las medidas de Irán son reversibles en su totalidad, siempre y cuando, según la República Islámica, la parte infractora “decida poner remedio a la enfermedad que se resume en el cumplimento íntegro de su compromiso”.
En 2015, tras intensas negociaciones, Irán y el Grupo 5+1 (entonces formado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) rubricaron el acuerdo nuclear. Este establecía limitaciones al programa nuclear iraní, a cambio del levantamiento de las medidas restrictivas que pesaban sobre el país persa.
Sin embargo, desde mayo del 2018, cuando EE.UU. se retiró unilateralmente del acuerdo, a instancias de su presidente saliente Donald Trump, y le reimpuso a Irán una serie de sanciones ilegales, los países europeos firmantes del PIAC han apostado por el cumplimiento del convenio, con la puesta en marcha del Instrumento de Apoyo a Intercambios Comerciales (Instex, por sus siglas en inglés) para sortear los embargos, pero esa defensa verbal, en la práctica no ha servido de nada, pues el comercio entre sus empresas y Teherán se encuentra en un punto muerto por las amenazas de Washington.
Irán esperó un año, dando una oportunidad a las contrapartes para salvarlo; no obstante, ante la pasividad la parte europea, Teherán empezó a reducir gradualmente sus compromisos nucleares en mayo de 2019 en virtud de los Artículos 26 y 36 del PIAC.
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