La reina Isabel II falleció el jueves y su hijo Carlos III de 73 años, subirá al trono del Reino Unido, lo que ha provocado fuertes reacciones por los políticos y activistas de las antiguas colonias británicas en el Caribe y a la vez ha reavivado llamamientos de estos países para destituir al nuevo monarca como su jefe de Estado.
“A medida que cambia el papel de la monarquía, esperamos que esta sea una oportunidad para avanzar en las discusiones sobre las reparaciones para nuestra región”, enfatizó el jueves Niambi Hall-Campbell, académico que preside el Comité Nacional de Reparaciones de Bahamas, citado por Reuters.
En 70 años que reinó, el Reino Unido era la potencia colonial más grande con su monarquía dominando a más de 412 millones de personas, en diferentes rincones del mundo, desde el sur de Asia hasta África.
En este aspecto, las naciones caribeñas piden que el Reino Unido pague las reparaciones a las naciones de la zona. “Todos deberíamos trabajar para destituir a la familia real como jefe de Estado de nuestras naciones”, agregó la misma jornada el secretario general del Movimiento Caribeño por la Paz y la Integración, David Denny.
Los países como Jamaica, las Bahamas, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las granadinas y Granada, entre las islas del Caribe, aún reconocen al monarca británico como su jefe de Estado. Sin embargo, Barbados, abandonó a la reina como jefa de Estado en 2021 y se declaró una república.
Con la sucesión de Carlos III solo queda una pregunta, el nuevo rey seguirá políticas colonialistas de su madre como líder del Reino Unido y jefe de Estado de otros 13 países o no.
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