En una columna de opinión publicada el sábado en el diario británico Sunday Mirror, el exprimer ministro del Reino Unido Gordon Brown denunció que los países occidentales pudientes están acumulando dosis de las vacunas anti-COVID-19, mientras que los países pobres están luchando por conseguir los inmunizantes.
Brown, que actualmente es un enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pidió al presidente norteamericano, Joe Biden, y a otros líderes del Grupo de los Siete (G7) enviar con urgencia las dosis almacenadas en Estados Unidos y Europa a África.
Detalló que las potencias occidentales tienen casi 300 millones de vacunas en exceso, mientras que, hasta ahora, solo 70 millones de personas en África han sido vacunadas.
Citando una investigación de la firma de datos Airfinity, Brown subrayó que, para la Navidad, el Occidente tendrá un excedente de mil millones de dosis, “incluso si todos los adultos europeos y estadounidenses reciben sus dosis de refuerzo y todos los niños mayores de 12 años también son inyectados”.
“Estamos en una nueva competencia de armamentos, para que las personas lleguen a las vacunas lo más rápido posible, pero esta es una competición de armamentos en la que el Occidente tiene un dominio absoluto sobre los suministros de vacunas”, remarcó Brown.
Asimismo, puso de relieve que tales medidas están impidiendo que el sistema COVAX, una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), dirigida a un acceso equitativo a las vacunas contra la pandemia, cumpliera su promesa de enviar 2000 millones de dosis a los países más pobres hasta finales de este año en curso.
Los comentarios de Brown se produjeron en momentos que se está ofreciendo a medio millón de personas en El Reino Unido una tercera inyección contra el coronavirus.
Por su parte, la Administración de Biden también anunció en agosto que tendría un plan para proveer dosis de refuerzo a todos los estadounidenses.
La OMS condenó la prisa de estos países por proporcionar inyecciones de refuerzo, comparando la medida con proporcionar “chalecos salvavidas adicionales” a las personas que ya los tienen. “De este modo, estamos permitiendo que otras personas se ahoguen sin un solo chaleco salvavidas”, criticó en su día.
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