En el año 2017, el número de incidentes de carácter islamófobo ascendió un 26 % con respecto al año anterior. Al mismo tiempo, el número de británicos de raza caucásica detenidas por terrorismo es por primera vez superior a ningún otro colectivo.
El último ejemplo, durante la madrugada del miércoles, cuando un grupo de fieles que salían de una mezquita en Cricklewood, al norte de Londres, fueron atropellados de forma deliberada por un coche con cuatro ocupantes. Como resultado, 3 personas resultaron heridas. Al parecer los ocupantes del vehículo, aparentemente embriagados, gritaban “sucios musulmanes” mientras cargaban contra los fieles a gran velocidad.
La Policía Metropolitana de Londres, encargada de la investigación, destacó que el ataque del miércoles, en el que un coche se subió a este lugar para atropellar indiscriminadamente a los fieles que salían de la mezquita, fue de carácter racista e islamófobo, pero los miembros de la comunidad musulmana se sorprenden de que no se esté tratando como un incidente terrorista.
Dos días después de este ataque, la noticia no ha vuelto a aparecer en la prensa del Reino Unido.
Ian Díez, Londres.
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