Es el último de los grandes festivales organizados por Hezbolá antes de las elecciones parlamentarias del domingo 6 de mayo. Baalbek (a 86 kilómetros al este de Beirut, la capital libanesa) y Zahlé, en la valle oriental de la Bekaa, se postran a los pies de banderas nacionales y de la resistencia islámica libanesa.
Nasrolá, recordó que El Líbano todavía está en el corazón de la batalla y que es necesario fortalecer la voz de la resistencia.
También rechazó destacar el carácter sectario del sistema político libanés. Afirmó que votar a Hezbolá es votar por la proyección de una política nacional contra la corrupción y la prosperidad económica de las familias. Sin olvidar el papel protector de un país, El Líbano, en medio de una de las guerras más peligrosas de los últimos tiempos.
El líder de Hezbolá dijo que la República Islámica de Irán no da importancia a las recientes declaraciones del primer ministro del régimen de Israel, Benyamin Netanyahu.
Nasrolá afirmó que frente a los intentos de compro de votos pagados por Arabia Saudí y otros países del Golfo Pérsico, la fe y la razón deben prevalecer. Para Hezbolá, la resistencia se ejerce también votando.
La lista unida de Hezbolá y el Movimiento Amal llevarán a las urnas este próximo domingo la esperanza por el cambio y la lealtad por la resistencia. Juntos ofrecen su promesa de construcción de un Estado sin corrupción y que defienda los derechos de la ciudadanía.
Isabel Pérez, Rayak (Zahlé, El Líbano).
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