Así lo manifestó el portavoz del Comando Central de EE.UU. (Centcom, por sus siglas en inglés), el coronel Joe Buccino, después de que una base de las fuerzas extranjeras, lideradas por Estados Unidos, en la provincia oriental de Deir Ezzor en Siria, fuera atacada el pasado viernes con proyectiles, pocas horas después de que el país norteamericano lanzó misiles contra la aludida zona.
“La extensión del George HW Bush Carrier Strike Group, que incluye el USS Leyte Gulf, el USS Delbert D. Black y el USNS Arctic, permite opciones para reforzar potencialmente las capacidades del Centcom a fin de responder a una variedad de contingencias en Oriente Medio”, confirmó el viernes Buccino en un comunicado. Además, informó del despliegue programado y acelerado de un escuadrón de aviones de combate A-10 en la región.
Eso significaría que el grupo de ataque Bush y sus más de 5000 efectivos estadounidenses, que ahora se encuentran en el área operativa del Comando Europeo, no regresarán a su puerto de origen en Estados Unidos, al contrario de lo planeado, ya que “se esperaba que permaneciera en el área de responsabilidad del Comando Europeo”, según la agencia británica de noticias Reuters, citando a un funcionario estadounidense, bajo condición de anonimato.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono) admitió el jueves que cuatro soldados sufrieron lesiones cerebrales traumáticas cerca de la ciudad siria de Al-Hasaka durante un ataque con drones el 23 de marzo, y otros dos sufrieron lesiones en la base de Green Village, en Deir Ezzor, en un ataque el día siguiente.
De esta manera se elevó a 12 el número de soldados estadounidenses heridos. Las ofensivas también mataron a un contratista norteamericano.
Pese a todo, el inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, se ha manifestado absolutamente comprometido a mantener las tropas estadounidenses en Siria, donde el Ejército de EE.UU. ocupa el territorio sirio en contra del derecho internacional, violando la soberanía del país.
Estados Unidos afirma que su presencia en Siria tiene como objetivo luchar contra el grupo terrorista Daesh. Esto, mientras que el Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, sostiene que Washington durante años ha estado apoyando al grupo terrorista para prolongar la ocupación de Siria y el saqueo de los recursos naturales sirios.
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