“Hoy anuncio que Estados Unidos tiene como objetivo la arteria principal de la economía de Rusia. Estamos prohibiendo todas las importaciones de petróleo, gas y energía rusos. Eso significa que el petróleo ruso ya no será aceptado en los puertos estadounidenses”, ha declarado Biden durante un discurso ofrecido desde la Casa Blanca.
De acuerdo con el anuncio hecho por Biden, la medida tiene como objetivo “presionar” a Rusia por su operación militar en Ucrania.
Biden ha explicado además que tomó dicha decisión tras “estrecha consulta” con los aliados y socios de EE.UU. en todo el mundo, particularmente en Europa, aunque ha reconocido la posibilidad de que muchos aliados del país, que dependen más de las importaciones rusas, no puedan unirse a Washington para prohibir el petróleo ruso en sus mercados.
Conforme al presidente estadounidense, Estados Unidos produce mucho más petróleo a nivel nacional que todos los países europeos juntos.
“Así que podemos dar este paso mientras que otros no pueden, pero estamos trabajando en estrecha colaboración con Europa y nuestros socios para desarrollar una estrategia a largo plazo para reducir también su dependencia de la energía rusa”, ha aseverado.
Precios del petróleo se incrementarán
El inquilino de la Casa Blanca también ha reconocido que la prohibición de la importación de energía de Rusia va a suponer “costes” para los estadounidenses, pues provoca un notable aumento del precio del combustible.
En este sentido, Biden ha prometido hacer “todo lo que pueda para minimizar” el alza de precios.
La medida de EE.UU. se enmarca en su arremetida contra Moscú por la operación militar especial rusa en Ucrania, iniciada el 24 de febrero por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.
Respecto a las consecuencias de tales pasos, el viceprimer ministro de Rusia, Alexander Novak, advirtió el lunes que el barril de petróleo podría superar los 300 dólares o más, si EE.UU. y la Unión Europa (UE) prohíben las importaciones de crudo ruso.
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