Washington planifica a paso acelerado la evacuación de emergencia de su misión diplomática en Kabul (capital afgana), en momentos en que las tropas estadounidenses continúan su retirada del país centroasiático, tal como informó el viernes el diario estadounidense Wall Street Journal (WSJ).
Según el medio, citando a funcionarios de EE.UU., Washington tomó esta decisión por temor a un empeoramiento de la situación de seguridad en Afganistán que podría poner en peligro al cuerpo militar y diplomático restante, así como a otros estadounidenses.
Asimismo, tanto los diplomáticos como miles de estadounidenses en Afganistán podrían ser evacuados. No obstante, no hay necesidad de una salida inmediata, pese a que los preparativos se han intensificado, indica la fuente.
Al respecto, los funcionarios indicaron que, aunque los planes son en su mayoría clasificados, Estados Unidos ahora tiene helicópteros en el cercano aeropuerto de Kabul que podrían usarse para una posible emergencia.
En el marco de la planeada salida de las tropas de EE.UU., el viernes se concluyó la retirada de la base de Bagram, el aeródromo más grande de EE.UU. en el suelo afgano, tras cerca de 20 años de mantener el dominio de este recinto.
No obstante, el mismo viernes, el presidente de EE.UU., Joe Biden, volvió a retrasar la retirada de las fuerzas de Estados Unidos de Afganistán, subrayando que no se completará en la fecha prometida anteriormente, es decir el 11 de septiembre.
Desde principios de mayo, los talibanes han lanzado algunas ofensivas en diferentes puntos del país centroasiático y alegan haber tomado el control de al menos 87 de los 421 distritos.
Asimismo, algunos expertos barajan la posibilidad de que los talibanes puedan regresar al poder, con la ayuda encubierta de Washington, exponiendo así a los afganos a un gran peligro. De hecho, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU., lanzó su invasión a Afganistán para eliminar a los talibanes, ahora transcurridos 20 años de aquella fecha, la banda armada sigue siendo la misma amenaza.
La Casa Blanca ha sido criticada por su doble rasero ante la grave situación que atraviesa Afganistán. EE.UU., por un lado, dice estar comprometida con la seguridad del pueblo afgano, mientras que, en paralelo, continúa con sus conversaciones encubiertas con los talibanes.
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