Los hechos ocurrieron el 15 de junio en los suburbios de Atlanta, donde un empleado de una tienda llamó al servicio de emergencias, afirmando que unos adolescentes intentaron robar en el local, y que se les había visto jugando con un arma.
Un agente del Departamento de la Policía del Condado de Clayton (Georgia) que acudió al lugar sacó una pistola, y apuntó a los menores y les ordenó que levantaran las manos y permanecieran inmóviles.
Paralelamente, varias personas enfurecidas por los hechos empezaron a congregarse en los alrededores, exigiendo al oficial que dejara ir a los adolescentes. Poco después el agente bajó el arma y cuando llegó otro policía empezaron a cachear a los menores y no encontraron ningún arma.
Sin embargo, tras revisar las imágenes de las cámaras de seguridad de la mencionada tienda, los adolescentes dijeron a la Policía que se trataba de una pistola de balines.
Las imágenes de la detención se han vuelto virales en las redes sociales, donde han condenado la acción del agente, mientras que los activistas del condado de Clayton exigen una revisión del proceso de capacitación y de las políticas del Departamento de Policía, así como una reforma policial.
La brutalidad policial en EE.UU., sobre todo contra la comunidad afroamericana y otras minorías, ha suscitado críticas de diversas organizaciones pro derechos civiles, ya que aseguran que la comunidad afroamericana es el blanco de una grave e incesante ola de abusos en los que están involucrados los policías.
En las últimas semanas, la violencia policial ha convertido al país norteamericano en escenario de masivas protestas, después de que un agente policial de Mineápolis (estado de Minesota, norte) mató el 25 de mayo a al afrodescendiente George Floyd.
mrz/rha/tqi/rba
