“Diferentes misiles pueden hacer diferentes cosas, uno puede transportar un satélite y uno puede transportar algún tipo de dispositivo que puede explotar. (…) Es una preocupación de seguridad cada vez que Irán está probando cualquier tipo de misil de largo alcance”, afirmó el martes el general Mark Milley.
De esta forma, el alto mando castrense confirmó la exitosa puesta en órbita del primer satélite militar de Irán, llamado “Nur” el 22 de abril. Además de explicar que lo preocupante en este asunto no es solo el lanzamiento de misiles, sino la tecnología de misiles que Irán obtiene y las lecciones obtenidas y que pueden usarse en el futuro.
Cabe destacar que los funcionarios estadounidenses temen que la búsqueda de Irán de desarrollar la tecnología satelital sea una cobertura para la actividad de misiles balísticos. Sin embargo, Teherán refuta esas imputaciones y ha dejado claro en todo momento que Irán no está trabajando en ningún programa de armas nucleares.
Irán remarca que sus pruebas de misiles y lanzamientos de cohetes no violan ninguna resolución de las Naciones Unidas, porque tienen como único propósito aumentar su capacidad defensiva disuasoria, además de que sus proyectiles no están diseñados para transportar ojivas nucleares.
Las tensiones entre Teherán y Washington se han disparado tras la retirada del presidente de EE.UU., Donald Trump, del acuerdo nuclear iraní, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), en 2015, por lo que el país norteamericano restableció todas las sanciones antiraníes que se habían levantado en virtud del acuerdo. Además, intensificó sus presiones contra el país persa.
Irán reitera su derecho total y absoluto a perseguir avances tecnológicos militares y no militares, siempre y cuando cumpla, como lo hace, con el derecho internacional y las leyes vigentes entre países.
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