• Personal médico traslada cadáveres de un hospital en Brooklyn, Nueva York (este de EE.UU.)
Publicada: martes, 5 de mayo de 2020 5:12

El cálculo del presidente estadounidense de 60 mil fallecidos por COVID-19 en EE.UU. ha quedado obsoleto, ya que la cifra de muertes ahora supera a 69 mil.

La cifra de los fallecidos en Estados Unidos por el nuevo coronavirus ha superado este lunes los 69 000, y según los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins, este país con 1 212 835 contagiados, tiene casi un tercio de todos los casos globales de esta enfermedad.

Esta cifra echa por tierra los cálculos que hizo el presidente de EE.UU., Donald Trump, hace apenas unos días, y a pesar de todas las informaciones se mostró optimista y dijo que COVID-19 dejaría entre 50 y 60 mil muertos.

No obstante, el domingo admitió que el nuevo coronavirus resultó ser más devastador y peligroso de lo que esperaba, pronosticó otra vez que hasta 100 mil estadounidenses podrían morir por esta pandemia.

Asimismo, rechazó las informaciones de prensa de que él ignoró varias advertencias de las agencias de inteligencia sobre la gravedad de COVID-19 en enero y febrero, mientras que los diarios locales han revelado que las agencias de inteligencia estadounidenses lanzaron advertencias clasificadas en los primeros meses del año en curso sobre los riesgos latentes de la evolución del brote del virus mortal, a la Casa Blanca y el Capitolio estadounidenses.

 

Mientras que las estimaciones no mejoran, Trump —como parte de sus mensajes contradictorios— presionó para reactivar la economía, e insistió que los parques y las playas deberían empezar a reabrirse.

La Casa Blanca reconoció el 30 de marzo la grave situación causada por el coronavirus en el país y estimó que hasta 240 000 personas podrían morir a causa de la enfermedad infecciosa, algo que, según analistas, se debe a la mala gestión de Trump ante la pandemia.

Sin embargo, el mandatario norteamericano que busca evadir sus responsabilidades, lanzó el pasado 14 de abril duros ataques contra la Organización Mundial de la Salud (OMS), acusándola de subestimar la amenaza del coronavirus y de ser “demasiado amable con China” en este caso, por lo que decidió congelar el financiamiento de su país al organismo.

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