En una reunión mantenida en Catar, con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, pidió a Washington que instalara sistemas antiaéreos Patriot en el sur del territorio turco, cerca de las fronteras con Siria, en medio de la escalada de tensión entre Ankara y Damasco en Idlib.
El mandatario estadounidense, Donald Trump, confirmó el sábado haber discutido el tema del despliegue temporal de sistemas Patriot en Turquía con su par turco, Recep Tayyip Erdogan.
En declaraciones ante periodistas, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, ha señalado este lunes que Washington ha refutado la petición de Ankara y no va a instalar, ni de manera temporal, sus sistemas Patriot en Turquía.
Ankara ha comprado y recibido varios lotes de sistemas antimisiles S-400 de fabricación rusa, pero estos sistemas aún no están operativos y están en proceso de instalación y de entrenamiento. Pero se espera que entre en servicio después del mes de abril.
Los intentos de Ankara para reforzar su defensa aérea se producen en momentos en los que se ha incrementado la posibilidad de enfrentamiento entre Turquía y Siria en Idlib.
Tras semanas de tensiones, Turquía, que apoya a grupos terroristas y bandas ultraviolentas en Siria, anunció el domingo el inicio de una nueva ofensiva militar contra las posiciones del Ejército sirio, que cuenta con el apoyo de Rusia.
El Gobierno de Damasco acusa a Turquía de violar sistemáticamente su soberanía y asegura que defenderá su integridad territorial ante los planes expansionistas de Ankara.
Ataques aéreos del Ejército sirio causaron el jueves la muerte de al menos 33 soldados turcos en Idlib. Además, las fuerzas sirias derribaron el domingo un dron perteneciente a Ankara y cerraron el espacio aéreo del país en el noroeste. Damasco ha advertido que derribará todos los aparatos enemigos que violen su espacio aéreo.
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