El jueves, el portavoz del Ministerio de Comercio de China, Gao Feng, anunció que como resultado de las negociaciones entre Pekín y EE.UU. “durante las últimas dos semanas” las partes “acordaron retirar los aranceles adicionales por etapas, a medida que se hagan progresos para llegar a un acuerdo” final sobre el conflicto comercial.
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Sin embargo, Trump ha negado este viernes la declaración de China al asegurar que su Gobierno no ha acordado con el gigante asiático eliminar los aranceles de forma progresiva y mutua. Asimismo ha ironizado con la retirada gradual de las tarifas es lo que le gustaría a Pekín que hiciera Estados Unidos.
Por su parte, Peter Navarro, uno de los principales asesores comerciales de la Casa Blanca ha indicado que lo que podría pasar es que se aplacen los aranceles a bienes chinos previstos para diciembre. Pero, ha agregado que no se revertirían los aranceles existentes.
Además, el asesor comercial de Trump ha acusado al Ministerio de Comercio chino de una “propaganda” diseñada para “empujar” a Washington hacia un resultado favorable para Pekín.
Mientras tanto, esta objeción de Trump ha tenido consecuencias de manera que los índices bursátiles Dow Jones, Nasdaq y S&P 500 han experimentado una significativa caída este viernes.
El Dow Jones ha sufrido una caída de 45 puntos (0,17 %) hasta situarse en los 27 629 puntos, mientras que el índice bursátil S&P 500 ha reducido su valor en 3,7 puntos (0,12 %), hasta los 3081 puntos, y el Nasdaq ha caido en 6,4 puntos (0,08 %), situándose en 8428 puntos.
La caída de este viernes de los índices de Wall Street ocurre mientras que la Bolsa de Valores de Nueva York registró el jueves incrementos históricos como parte de un ascenso de varias semanas, ligado al progreso reportado en las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China.
La guerra comercial entre EE.UU. y China se remonta a junio de 2018, cuando Trump anunció la aplicación de tarifas a 50 000 millones de dólares en productos chinos con el objetivo de equilibrar una balanza comercial negativa para el país norteamericano. Pekín dio una respuesta recíproca a la medida norteamericana.
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Desde entonces, Trump ha anunciado la imposición de varias medidas arancelarias contra China, las cuales posteriormente recibieron las contramedidas de Pekín.
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El ímpetu arancelario del mandatario norteamericano ha repercutido prácticamente en la economía de todo el el mundo, haciendo caer las acciones de varias empresas y ralentizando las economías de los países.
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