A través de la campaña buscan que la población identifique instituciones y organizaciones en sus comunidades vinculadas al comercio de la guerra y desvíen sus recursos económicos. La nueva campaña se apoya en el éxito de campañas similares.
Guerras, destrucción y muerte, son el resultado de la guerra perpetua en la que participa EE.UU. de manera directa e indirecta. El único beneficiado, el complejo industrial militar.
“Mantener la guerra eterna fuera de EE.UU. para tener una paz eterna en EE.UU.”, ahí se sustenta la actividad militar y pensar en una lucha emprendida desde las bases en contra de esa filosofía pareciera una utopía.
Existe un ímpetu inusual en las organizaciones de base que han apostado a la herramienta de la desinversión para atacar la raíz del problema.
Expertos en diferentes áreas relacionadas con el tema fueron participes del foro que comienza la campaña de desinversión de la industria de las armas.
El inicio de esta campaña demuestra una vez más, la desconexión existente entre la sociedad civil y el Gobierno; que contrariamente, acaba de aprobar un presupuesto exorbitante para el gasto militar.
Esta es campaña a largo plazo y sin fecha de culminación.
Alfredo Miranda, Washington.
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