A pesar de que los países sin relaciones diplomáticas se ven raramente en los ejercicios militares conjuntos, pero, Paquistán y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) acompañados con el régimen de Israel, iniciaron el lunes ejercicios militares conjuntos como parte de la maniobra de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, llamada Bandera Roja, en la base aérea de Nellis, en el desierto de Nevada, según The Jerusalen Post.
Además de mencionar que Bandera Roja es un ejercicio único y de alta calidad, un portavoz del ejército del régimen israelí aseguró que la fuerza aérea de Israel siempre está lista, tanto en Israel (territorio ocupado) como en el extranjero, con el fin de mantener la disponibilidad operacional en diferentes situaciones.
Sin embargo, el funcionario rechazó hacer comentarios sobre la presencia de Israel en los ejercicios conjuntos con Paquistán y los EAU. Según informaciones, los pilotos de la fuerza aérea del régimen de Israel y Paquistán ya han volado a EE.UU. en aviones de combate F-16 pertenecientes a su propia fuerza aérea.
El ejercicio se extenderá hasta el 26 de agosto en la base aérea de Nellis, una de las mayores bases de combate en el mundo.
Se espera que en este ejercicio, Estados Unidos actúe con sus nuevos aviones de combate tipo F-35, decenas de los cuales el régimen de Tel Aviv ha ordenado para ayudar a asegurar su superioridad aérea en el futuro.
Por su parte, EAU hizo hincapié en que el ejercicio no tiene nada que ver con el gobierno, pero la aceptación de los representantes diplomáticos israelíes muestra una mejora de las relaciones entre ambas partes, destacó la misma fuente.
Aunque la mayoría de los gobiernos musulmanes y árabes, entre ellos el de los EAU, no tienen relaciones diplomáticas con el régimen israelí, debido al caso de Palestina, pero los informes han indicado que varios de ellos, incluyendo Arabia Saudí, han tenido relaciones secretas con Tel Aviv.
También el pasado noviembre, The Associated Press informó que Israel estaba preparado para abrir una misión permanente en los EAU, como parte de las operaciones de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA, por sus siglas en inglés) en la capital emiratí, la que con la aceptación de los representantes diplomáticos causó un deshielo en las relaciones bilaterales.
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