"Una de mis grandes preocupaciones —y creo que refleja las preocupaciones de los demás en el Senado— es que el acuerdo nuclear de Irán se reescriba como una nueva alianza militar con los saudíes para respaldar su juego incondicional e incuestionable en la creciente guerra de poder con Irán en toda la región", dijo el jueves el senador Chris Murphy en el Instituto Brookings de Washington, capital estadounidense.
Murphy, representante del estado de Connecticut en el Senado norteamericano, expresó gran inquietud por la posibilidad de que el Gobierno del presidente Barack Obama, para tranquilizar a la monarquía saudí sobre el acuerdo nuclear sellado en julio de 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), olvide sus condiciones a la hora de apoyar la campaña militar saudí en la región.
Una de mis grandes preocupaciones —y creo que refleja las preocupaciones de los demás en el Senado— es que el acuerdo nuclear de Irán se reescriba como una nueva alianza militar con los saudíes para respaldar su juego incondicional e incuestionable en la creciente guerra de poder con Irán en toda la región", ha dicho el senador demócrata estadounidense Christopher Murphy.
"La guerra en Yemen es un ejemplo de un objetivo militar de los saudíes que no se ejecuta de acuerdo con los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos", dijo Murphy.
El senador estadounidense hizo estas declaraciones en momentos en que Obama se encuentra en el Oriente Medio, donde se reunió el miércoles en Riad, capital de Arabia Saudí, con el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud. Durante el encuentro, las partes discutieron el deterioro de los lazos bilaterales entre ambos países por motivos como el pacto nuclear iraní.
Arabia Saudí, uno de los principales oponentes al acuerdo nuclear, hizo todo lo posible durante el proceso de diálogo entre Irán y el Sexteto para bloquear el acuerdo, argumentando que reforzaba el poder y la influencia de la República Islámica en la región.
En 2014, Arabia Saudí se convirtió en el mayor importador de armas del mundo con la compra de equipamiento militar, principalmente de EE.UU., por un valor de 6400 millones de dólares. Desde entonces, la monarquía saudí sigue firmando contratos multimillonarios con Washington para comprar armas, y todo ello en momentos en que dirige, desde marzo de 2015, una invasión militar contra su vecino yemení.
El senador Murphy presentó un proyecto de ley la semana pasada junto con el senador Rand Paul que bloquearía las transferencias de armas a Arabia Saudí a menos que el Departamento de Estado certifique que el reino "tomará todas las medidas necesarias" para atacar a los grupos terroristas Al-Qaeda y EIIL (Daesh, en árabe), en Yemen, y a minimizar las bajas civiles en el empobrecido territorio yemení.
Los informes muestran que un año de bombardeos saudíes en Yemen no sólo no ha detenido el avance de los grupos terroristas en Yemen, sino que ha fertilizado el territorio del país árabe para la expansión del terrorismo.
ftm/mla/hnb