La embajada de Irán en Bakú (capital de Azerbaiyán) fue la noche del jueves blanco de un acto violento. A su vez, el embajador iraní en Azerbaiyán, Seyed Abás Musavi, ha informado este viernes que la policía diplomática de Azerbaiyán y el Ministerio del Interior del país asiático han “identificado, arrestado e interrogado a cuatro” personas en relación con el tema.
Musavi ha destacado que como consecuencia de esa violación y la falta de respeto, la embajada de la República Islámica de Irán está persiguiendo el tema hasta que se logre el resultado y los perpetradores sean castigados.
Ese último ataque se ha producido luego de que las relaciones entre Irán y Azerbaiyán experimentaran tensiones la última semana. De hecho, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliev, cuestionó un reciente ejercicio militar de Irán en la zona fronteriza noroeste, y reclamó que los camiones iraníes habían ingresado de manera “ilegal” y frecuente a la región de Nagorno Karabaj.
Irán, no obstante, calificó los comentarios de Aliev como “sorprendentes” y enfatizó que siempre “respeta la integridad territorial” de los países y las fronteras reconocidas internacionalmente.
Por otro lado, el asalto a la embajada iraní ha tenido lugar horas después de que el representante iraní en Bakú rechazara enérgicamente unas acusaciones formuladas contra la República Islámica por el embajador israelí George Deek que había dicho sin pruebas que Irán oprime a sus minorías religiosas y étnicas.
Al respecto, Musavi le respondió en la red social Twitter diciendo que Irán respeta a todos los judíos, cristianos y otros seguidores de las religiones divinas, al mismo tiempo que subrayó que “los sueños del sionismo para esta región nunca serán interpretados”.
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