“Irán condena la ola de la violencia organizada contra musulmanes indios”, ha tuiteado este lunes Zarif, rechazando los actos violentos contra los manifestantes musulmanes durante las últimas protestas por la denominada Ley de Ciudadanía.
Esa polémica ley, aprobada en diciembre pasado, facilita la adquisición de la nacionalidad india por parte de los refugiados de Afganistán, Paquistán y Bangladés, excepto si son musulmanes. Varios analistas denuncian que la ley busca la limpieza étnica musulmana.
Desde entonces, se han registrado feroces choques entre manifestantes musulmanes, extremistas hindús y las autoridades indias.
Por todo ello, el ministro de Exteriores iraní, recordando el historial de larga data de la amistad entre Irán y La India, ha pedido al Gobierno indio “que no permita que prevalezca esa brutalidad insensata”.
El máximo diplomático persa, asimismo, ha instado a las autoridades indias a “garantizar el bienestar de TODOS los indios”, incluidos los musulmanes.
Zarif ha enfatizado que la solución de la crisis actual en La India solo pasa por la vía del diálogo y retornar al estado de derecho.
Por su parte, el portavoz de la Cancillería iraní, Seyed Abás Musavi, ha expresado este mismo lunes su “profundo pesar” y preocupación por el conflicto y las divergencias religiosas en La India
La India aprobó la denominada Ley de Ciudadanía después de decidir meses antes retirar el estatuto de autonomía a la Cachemira india, la región de mayoría musulmana.
Esa decisión y las restricciones posteriores impuestas a los musulmanes cachemiros generaron también duras protestas que no obstante fueron reprimidas violentamente por el Gobierno central.
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