El incidente se registró la noche del viernes cuando la Policía recibió una llamada telefónica por parte del conserje de la Ibn e Sina (o Avicena), ubicada en el barrio Tehransar, sobre el plan de tres hombres para incendiar con gasolina este centro educativo para niños.
Los agentes acudieron a la zona rápidamente y consiguieron arrestar a los criminales, tras lograr calmarlos a través de los métodos psicológicos, y trasladarlos a la estación de policía para investigar el incidente y llevarlos ante la Justicia.
El suceso ocurre en una situación que Irán está investigando el misterioso envenenamiento en algunas escuelas en varias ciudades.
Los primeros casos de envenenamiento de niñas escolares ocurrieron en noviembre en la ciudad de Qom (centro). Desde entonces, varios menores, la mayoría niñas, de escuelas primarias y secundarias han tenido que ser ingresados en hospitales debido a problemas en las vías respiratorias producidos por algún tipo de veneno.
Las autoridades están indagando lo ocurrido, calificando el caso como un “acto destructivo que pone en peligro la seguridad”.
El presidente y el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Seyed Ebrahim Raisi y Hosein Amir Abdolahian, respectivamente, aseguran que el envenenamiento de colegialas está en línea con “una guerra híbrida” que los enemigos están librando en el país tras el fracaso de los recientes disturbios callejeros.
Tal y como lo ocurrió con la muerte de la mujer iraní Mahsa Amini bajo la custodia policial, ciertos países occidentales y los medios disidentes a la República Islámica y líderes de los recientes disturbios acaecidos en el país han aprovechado estos casos sospechosos para acusar de manera directa y sin prueba alguna al Estado iraní de estar detrás de los envenenamientos, en un intento de revivir los actos de violencia callejera en Irán.
msm/ynr/hnb
