Según ha informado hoy sábado el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), se trata de un grupúsculo de 15 personas que planeaban y diseñaban acciones para perturbar la seguridad pública y la paz nacional en una casa residencial en la localidad de Fardis, que estaban en contacto con los medios antirrevolucionarios y recibían directrices de ellos.
El CGRI ha afirmado que su Servicio de Inteligencia seguirá atentamente las operaciones de vigilancia hasta identificar y capturar a los líderes de los disturbios en dicha zona.
De hecho, desde el inicio de los disturbios, apoyados desde el exterior, la Inteligencia iraní ha detenido a decenas de terroristas, mercenarios y agentes de servicios de espionaje extranjeros que intentaban perturbar el orden público y cometer actos terroristas en el país.
Alertando de las conspiraciones de los enemigos, la República Islámica asevera que sus fuerzas de seguridad se mantienen vigilantes y frustrarán todos los intentos para desestabilizar el país y socavar su seguridad.
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