“Todas las unidades provinciales del CGRI, junto con la Universidad de Ciencias Médicas, están realmente en una posición de guerra”, ha declarado este lunes el general de división Hosein Salami, el comandante en jefe del referido cuerpo militar iraní.
En declaraciones ofrecidas durante una videoconferencia, Salami ha subrayado las medidas adoptadas por el CGRI en diversas ciudades de Irán para luchar contra el nuevo coronavirus, entre ellas, agregar camas en hospitales y establecer centros de atención médica ambulantes en todo el país.
Tras alabar los esfuerzos realizados por el personal médico iraní en la lucha contra la pandemia de coronavirus, denominado COVID-19, el alto mando castrense persa ha insistido en la necesidad de unirse y resistir para poder sofocar la enfermedad.
Por su parte, el presidente del Poder Judicial de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, ha destacado este mismo lunes la importancia de que el país persa mejore sus capacidades en el campo de la defensa biológica.
“Mejorar el poder biológico es necesario dada la situación actual”, ha agregado, refiriéndose a la hipótesis acerca de que el brote del COVID-19 podría ser una guerra biológica lanzada por EE.UU. contra países como Irán y China.
Desde diferentes partes del mundo, entre ellas Rusia e Irán, los políticos y expertos no descartan que la ola de crisis por el nuevo coronavirus que recorre todo el mundo sea un arma de guerra biológica, producida por EE.UU. en sus laboratorios secretos.
De hecho, pese a la capacidad científica y el compromiso de Irán para luchar contra el coronavirus, las sanciones de EE.UU. obstaculizan seriamente los esfuerzos del país en este campo, denuncian las autoridades persas. Por ello, exigen el cese inmediato del terrorismo económico de Washington contra Teherán.
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