Irán “definitivamente hará frente a todo aquel que intente desestabilizar el estrecho de Ormuz, y si nuestro crudo no pasa por él, el crudo de otros tampoco lo hará”, ha asegurado este domingo el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, Mohamad Hosein Baqeri.
No obstante, el alto mando castrense ha puesto de relieve que la República Islámica quiere que el estrecho de Ormuz permanezca abierto y sea seguro. Debido a su localización —en la salida del Golfo Pérsico— es uno de los puntos estratégicos de mayor importancia del planeta, a través del cual pasa casi un tercio de todo el petróleo comercializado por mar.
El país persa, ha adelantado el general Baqeri, es capaz de adoptar la aludida medida, aunque ha señalado que solo se verá obligado a hacerlo en caso de que los actos hostiles por parte de los enemigos no dejen otra salida.
A continuación, ha aseverado que las fuerzas de la Marina de EE.UU. en el citado estrecho han seguido cumpliendo con su deber de responder al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán como la fuerza que mantiene la seguridad en la estratégica vía, a pesar de la última tanda de medidas hostiles de Washington contra la nación iraní.
Irán “definitivamente hará frente a todo aquel que intente desestabilizar el estrecho de Ormuz, y si nuestro crudo no pasa por él, el crudo de otros tampoco lo hará”, declara el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, Mohamad Hosein Baqeri.
“Hoy, todos los barcos y buques de guerra de la región y fuera de ella deben responder ante el CGRI de Irán en el estrecho de Ormuz, y los buques de guerra estadounidenses han respondido hasta ahora a las investigaciones del CGRI sin ningún problema”, ha resaltado.
Estos comentarios se producen pese a que hace días el representante especial del Departamento de Estado de EE.UU. para Irán, Brian Hook, amenazó con responder si Teherán cierra el estrecho de Ormuz en represalia por las sanciones norteamericanas impuestas a sus exportaciones de crudo.
De hecho, el presidente de EE.UU., Donald Trump, decidió hace unos días acabar el 2 de mayo con las exenciones que permitían a ocho países importar crudo persa sin enfrentar las sanciones estadounidenses: el objetivo ulterior de estas es “reducir a cero” las exportaciones de crudo de Teherán.
La medida del mandatario estadounidense fue anunciada tras otra acción hostil de Washington contra Irán, la de incluir al CGRI en su llamada lista de “organizaciones terroristas” extranjeras, acusando a esas fuerzas militares de “financiar y promover el terrorismo”. Teherán, en respuesta, declaró terrorista al Comando Central de EE.UU. (Centcom, por sus siglas en inglés).
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