“Gracias a la preparación y capacitación de la Armada del CGRI (Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica), los países hostiles sienten cierta inquietud antes de adentrarse en el estrecho de Ormuz, ya que han obedecido la ley internacional (marítima) durante el año pasado, y si se saltan dicha normativa, se enfrentarán a las medidas de control y contraataque de la Armada del CGRI”, así lo ha avisado este miércoles el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, el general de división Mohamad Hosein Baqeri.
Describiendo el Golfo Pérsico como el hogar de Irán y a los enemigos, como a unos huéspedes indeseados, el general Baqeri ha destacado que Irán está preparado para contrarrestar a los adversarios, para luego señalar que las Fuerzas Armadas iraníes nunca subestiman las amenazas proferidas por el enemigo.
Al hacer énfasis en la necesidad de mejorar las capacidades y el poder de disuasión de las fuerzas iraníes, el alto mando militar iraní ha afirmado que los enemigos están al tanto de la preparación de combate de la Armada del CGRI y saben que, “en caso de que se desate una contienda, tendrán que hacer frente a una Marina actualizada, eficiente y fuerte”.
Gracias a la preparación y capacitación de la Armada del CGRI (Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica), los países hostiles sienten cierta inquietud antes de adentrarse en el estrecho de Ormuz, ya que han obedecido la ley internacional (marítima) durante el año pasado, y si se saltan dicha normativa, se enfrentarán a las medidas de control y contraataque de la Armada del CGRI”, afirma el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, el general de división Mohamad Hosein Baqeri.
Estas declaraciones se han producido después de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, desestimara los comentarios del nuevo comandante de la Marina del CGRI, Ali Reza Tangsiri, que había destacado el pleno control que tiene Irán sobre el Golfo Pérsico.
Las afirmaciones de Tangsiri tuvieron lugar a raíz de unas exitosas maniobras navales que realizó Irán a principios de este mes en curso, en el Golfo Pérsico, para mantener y mejorar la preparación de la defensa de las vías navegables internacionales de dicha zona marítima, y para hacer frente a las amenazas y posibles acciones de los enemigos.
Los ejercicios navales se realizaron en pleno auge de las tensiones entre Irán y EE.UU., desencadenadas por la retirada unilateral de Washington del acuerdo nuclear de 2015 y su decisión de reimponer sanciones económicas, desde el pasado 7 de agosto, al país persa, que en el caso del petróleo, entrarán en vigor en noviembre próximo.
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