Limitando con Irak y el Golfo Pérsico, Juzestán es conocido como la capital energética de Irán. Aquí se ubican la mayoría de los yacimientos de petróleo y gas del país, que abastecen desde fábricas hasta hogares en todo Irán.
Ciudades como Abadán, que alberga una de las refinerías de petróleo más antiguas de Asia Occidental, y Ahvaz, un importante centro industrial y de transporte, mantienen en marcha la economía iraní.
Pero Juzestán no es solo petróleo. Gracias a sus tierras fértiles y ríos que fluyen todo el año, es una de las regiones agrícolas más importantes de Irán, produciendo caña de azúcar, dátiles, trigo, arroz y mucho más.
Turistas de todo el mundo vienen a conocer sitios históricos como Susa, que fue capital de los imperios elamita y persa, y Choga Zanbil, un zigurat de 3,300 años de antigüedad declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
No te pierdas el sistema hidráulico de Shushtar—una red ancestral de represas, túneles y molinos de agua que aún hoy asombra a los ingenieros. También es un tesoro reconocido por la Unesco.
¿Buscas naturaleza? Explora los vastos humedales de Shadegan, un paraíso para los observadores de aves, o descansa en la costa de Juzestán frente al Golfo Pérsico.
Disfruta de un paseo en bote por el lago de la represa Dez, una caminata por las estribaciones de los montes Zagros o un picnic junto al Karún, el único río navegable de Irán.
Juzestán también es un cruce de culturas, hogar de árabes, bajtiaríes, lures y persas—cada uno con su música, danzas y gastronomía propias.
Juzestán es mucho más que una provincia. Es el motor económico de Irán, cuna de civilizaciones y una tierra de belleza inigualable. Ven y descúbrela por ti mismo.
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