La representación de Cuba ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), explicó el miércoles cómo las medidas coercitivas y restricciones financieras impuestas por EE.UU. han provocado graves daños en la economía del país caribeño.
En un debate abierto del CSNU, la delegación cubana aseguró que el bloqueo estadounidense ha impactado las fuentes principales de ingresos de la isla, paralizado los suministros de combustibles y ha obstruido los lazos comerciales.
Asimismo, denunció que el Departamento estadounidense ha considerado a Cuba como uno de los Estados patrocinadores del terrorismo en su lista negra, de manera injustificada, unilateral e ilegal que viola la resolución 2532 del CSNU.
Durante el mandato de la Administración del expresidente estadounidense Donald Trump, Washington retomó las sistemáticas sanciones y presiones contra La Habana, acabando con el acercamiento que propició su antecesor Barack Obama (2009-2017). Sin embargo, la política anticubana del magnate inmobiliario recibió la condena de varios países y organizaciones internacionales.
Por su parte, el Gobierno cubano ha denunciado en reiteradas ocasiones “la piratería económica” del imperio estadounidense, que forma parte del “plan genocida” de Washington contra la isla y más en medio de la actual crisis sanitaria provocada por la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, que ha impedido a La Habana adquirir insumos médicos, farmacéuticos y tecnologías necesarios para enfrentar la enfermedad infecciosa.
De acuerdo con las autoridades cubanas, los daños acumulados en seis décadas por el férreo ensañamiento de los políticos norteamericanos a la isla ascienden a 144 413 millones de dólares.
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