“La solidaridad con Venezuela es cuestión de principios, es la convicción de nuestro pueblo, y la decisión política de nuestro Gobierno”, declaró el viernes el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla.
Sus declaraciones ante la prensa en el Palacio de Convenciones de La Habana, capital cubana, se produjeron en medio de las presiones de Estados Unidos a la isla por su apoyo al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
El asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, acusó el 4 de marzo a Cuba de “fomentar la represión” en Venezuela y amenazó con endurecer el bloqueo contra las fuerzas militares y los servicios de inteligencia cubanos.
Rodríguez Parrilla respondió que La Habana enfrentará “enérgicamente cualquier intento de chantaje”, es decir, el aumento de la hostilidad de EE.UU. hacia Cuba por su apoyo a Venezuela, que enfrenta una crisis política planeada y alimentada abiertamente desde Washington, que, de hecho, ha reconocido como “presidente interino” al opositor Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN) venezolana, de mayoría opositora y en desacato desde 2016.
La solidaridad con Venezuela es cuestión de principios, es la convicción de nuestro pueblo, y la decisión política de nuestro Gobierno”, declara el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla.
“Nadie podría pensar que Cuba esté en disposición de hacer concesiones en su relación fraterna, profunda y solidaria con la República Bolivariana de Venezuela, a cambio de alguna prebenda o a cambio de que nos perdonen por una conducta intachable de nuestra Revolución y de nuestro Gobierno”, agregó el ministro de Exteriores cubano.
El mismo viernes, los diputados de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) de Cuba aprobaron una declaración de solidaridad con Venezuela, donde condenan el robo del patrimonio público de Venezuela y las injustas medidas coercitivas unilaterales aplicadas por Estados Unidos que, según el texto, “han agravado las condiciones de vida del hermano pueblo y el ejercicio de sus derechos básicos”.
Además, en dicha declaración se aduce que “la pretensión de acusar a Cuba de injerencia en Venezuela” es, en realidad, “una expresión del desconocimiento de la realidad venezolana, de la subestimación de la unidad del pueblo en torno a sus líderes y de la naturaleza de los lazos de amistad entre Cuba y Venezuela”.
Cuba ha denunciado las agresiones “no convencionales” de Estados Unidos a Venezuela y rechazado la actitud belicista del país norteamericano, que ha amenazado a Caracas en distintos momentos con “todas las opciones”, incluida la militar.
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