Según el rastreador de aviación Aircraft Spots, un avión Lockheed U-2S de la Fuerza Aérea de Estados Unidos se vio el sábado volando a una altitud de unos 15 240 metros sobre el área metropolitana de Seúl, capital de Corea del Sur.
Esta nave, que también se le conoce como Dragon Lady (Dama Dragón), ha realizado una misión de vigilancia en áreas fronterizas de las dos Coreas para monitorear las actividades militares de Corea del Norte.
Antes de la prueba de lanzamiento de Corea del Norte de lo que llama un lanzacohetes múltiple súper grande el jueves, el Ejército norteamericano realizó varios vuelos de vigilancia sobre la península.
Desde el pasado febrero, cuando las negociaciones entre Washington y Pyongyang entraron en un callejón sin salida, Corea del Norte lleva a cabo, de manera frecuente, pruebas de misiles balísticos, afirmando que estos lanzamientos tienen por meta emitir una “advertencia” a EE.UU. y Corea del Sur por sus actos provocativos en la península coreana.
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Pyongyang ha cumplido su parte, pero EE.UU. se niega a levantar las sanciones, de ahí que Corea del Norte denuncie los métodos de “gánster” de Washington y se plantee nuevas opciones. De hecho, no es la única promesa que ha incumplido el actual inquilino de la Casa Blanca, que en lo que va de su mandato ha sacado a su país de varios pactos internacionales.
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