“No podemos darle otros 51 años de conflicto, de guerra a Colombia (...). Es necesario apoyar el proceso (de paz) en todo su sentido, insistir en la necesidad del cese bilateral al fuego para poder darle silencio a la guerra”, expresó el domingo el guerrillero Pastor Alape, uno de los líderes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
No podemos darle otros 51 años de conflicto, de guerra a Colombia (...). Es necesario apoyar el proceso (de paz) en todo su sentido, insistir en la necesidad del cese bilateral al fuego para poder darle silencio a la guerra”, expresó el guerrillero Alape.
En sus palabras recalcó la decisión de la guerrilla de seguir las negociaciones, pese a la escalda de los enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales, que se saldaron con la muerte de decenas de guerrilleros.
“Nuestro mandato fue venir a jugárnosla toda por la paz y en eso estamos. Hasta el momento no hemos pensado en abandonar la mesa de diálogos”, reiteró Alape, alias Félix Antonio Muñoz.

Asimismo, urgió la necesidad de establecer un alto el fuego “bilateral”, al tiempo que consideró “muy difícil” declarar nuevamente una tregua unilateral, como la que mantuvieron entre diciembre y mayo.
En este sentido, condenando las presiones de la derecha de Colombia contra el presidente del país, Juan Manual Santos, por dialogar con el grupo armado, expresó su esperanza de que el mandatario muestre en práctica que es el presidente de paz.
“Puede ocurrir, pero no queremos pensar eso. Queremos mejor soñar de que el señor presidente está comprometido con este proceso a sacarlo adelante y a ser el hombre que firme la paz de Colombia, el hombre que quede en la historia”, anheló.
En la misma jornada, el jefe negociador del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle, anunció la disposición de Bogotá a declarar un alto el fuego bilateral con las FARC, incluso antes de finalizar los diálogos.

La propuesta se planteó mientras que, según el funcionario colombiano, “el proceso de paz está en el peor momento desde que iniciamos las conversaciones” debido a varios intercambios de fuego entre las fuerzas del Ejército colombiano y las FARC en algunos puntos del país.
Desde el inicio de las pláticas en La Habana que buscan poner un alto a más de cinco décadas del conflicto armado, han consensuado tres de los seis puntos de la agenda, además de un plan de desminado y la creación de una Comisión de la Verdad.
De acuerdo con las cifras oficiales, el conflicto interno en Colombia ha dejado un saldo de 220.000 muertos y más de seis millones de desplazados.
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