• El portavoz y negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ricardo Téllez
Publicada: lunes, 23 de marzo de 2015 1:40

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aseguraron el domingo que el desminado acordado entre el Gobierno y la guerrilla consta de varias etapas y será de carácter “humanitario”.

Se van a escoger tres o cuatro territorios, pero es un desminado humanitario en esta etapa. La gente nuestra en la profundidad de la selva no va a dejar de defenderse".

"Se van a escoger tres o cuatro territorios, pero es un desminado humanitario en esta etapa. La gente nuestra en la profundidad de la selva no va a dejar de defenderse", aseveró ante la prensa el negociador de la guerrilla, Ricardo Téllez, antes del comienzo de una nueva ronda de diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, en La Habana, capital de Cuba.

La actual fase de desminado se concentra en las regiones “donde se afecte inmediatamente a la población civil”, sostuvo.

No obstante, destacó que el cumplimiento del acuerdo será difícil, al reconocer que la localización exacta de las minas será “un problema bastante crítico”, puesto que las personas que colocaron las minas en el conflicto que ha durado décadas posiblemente hayan fallecido.

Si bien, se congratuló de que la mayor guerrilla colombiana posea “memoria de sitios” minados, y, al mismo tiempo, afirmó el desminado que no es sólo un problema de las FARC, pues “ahí ha minado el Ejército, que a veces coge nuestras minas, las traslada a otro sitio. Han minado los paramilitares que son fuerzas componentes del Ejército”.

"En algunos sitios hay bombas lanzadas desde los aviones de 500 o más libras enterradas y ahí como que nadie hace escándalo y si una mina o una bomba de esas (estalla) a cuántos mata", subrayó.

El acuerdo sobre la limpieza de minas y explosivos se selló el pasado día 7 y al Batallón de Desminado Humanitario (BIDES), ha asumido la responsabilidad de ejecutarlo, con el apoyo de los guerrilleros.

Las negociaciones entre el Gobierno colombiano y las FARC comenzaron en 2012 en Cuba para acabar con un conflicto de más de 50 años, que ha dejado unos 230 mil muertos y más de 5,3 millones de desplazados.

El Gobierno y la guerrilla han alcanzado consensuar tres puntos, es decir, la reforma rural, la participación política y las drogas ilícitas, y tienen sobre la mesa el tema de las víctimas; y quedan pendientes los temas del desarme y el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo.

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