“Sería el Santo Grial. Gérard es un científico talentoso y muy entusiasta, y no se dio cuenta de la esperanza que crearían las palabras de su discurso del Nobel, pero todavía debe explorarse y estamos dispuestos a financiarla si es necesario”, ha declarado esta semana a Bloomberg Christian Chardonnet, un alto directivo del Ministerio francés de Investigación.
Gérard Mourou, de 74 años de edad y uno de los ganadores del Premio Nobel de Física de 2018, dijo al recoger el galardón en diciembre que las técnicas de amplificación de pulso de láser ultracorto gorjeado podría reducir el período de radiactividad de los residuos nucleares de miles de años a minutos, aunque llegar a ese desarrollo podría llevar años aún.
Aun así, según publica la agencia norteamericana, la perspectiva y el crédito del investigador han agitado desde entonces los medios científicos de su país, gran productor de energía nuclear que se enfrenta al grave problema aún no solucionado de qué hacer con los residuos y cómo garantizar que estos no causen una catástrofe en los miles de años en que son extremadamente contaminantes.
El trabajo desarrollado por Mourou consiste en el desarrollo de los pulsos de láser más cortos e intensos creados hasta la fecha. “La idea es transmutar los residuos nucleares en nuevas formas de átomos que no tengan el problema de la radiactividad. Lo que hay que hacer es cambiar la constitución del núcleo”, dijo el físico en su discurso.
Sería el Santo Grial. Gérard (Morou) es un científico talentoso y muy entusiasta, y no se dio cuenta de la esperanza que crearían las palabras de su discurso del Nobel, pero todavía debe explorarse y estamos dispuestos a financiarla si es necesario”, dice Christian Chardonnet, alto directivo del Ministerio francés de Investigación, sobre el premio Nobel galo que defiende la posibilidad de eliminar la radiactividad mediante técnicas de amplificación de pulso de láser ultracorto gorjeado.
En una entrevista posterior en la prestigiosa Escuela Politécnica francesa, situada en Palaiseau (cerca de la capital, París), el científico asimiló la transmutación al kárate: “Se emite una fuerza muy poderosa en un instante muy, muy corto”.
Para ello, Mourou y su colaborador, el japonés radicado en California (suroeste de EE.UU.) Toshiki Tajima quieren crear un acelerador por láser concebido para crear un rayo de protones capaz de penetrar en los átomos en una distancia reducida 10 000 veces respecto a los aceleradores actuales.
Con todo, Mourou dijo no subestimar “las dificultades que quedan por delante”, por el alto coste por ahora no reducido de tales técnicas de transmutación, excesivo para un nivel industrial. La investigación en este campo existe desde hace tres décadas en el Reino Unido, Alemania, Bélgica, Estados Unidos y Japón. Responsables de la ONG ecologista Greenpeace han reclamado que se apoye el proyecto.
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