Las embajadas de China en Vietnam y Filipinas han denunciado este martes los infundios emitidos contra Pekín por parte de Robert O’Brien, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, en las visitas que realizó esta semana a sendos países, donde reiteró las acusaciones antichinas de Washington sobre supuestos actos desestabilizadores en el mar de la China Meridional.
La sede diplomática china en Hanói (capital de Vietnam) ha criticado al país norteamericano por inmiscuirse en los asuntos relativos al mar de la China Meridional, bajo el “pretexto de salvaguardar la estabilidad y la libertad de navegación”.
Por su parte, la misión diplomática de Pekín en Manila (capital filipina) ha señalado, mediante un comunicado, que la visita del destacado funcionario estadounidense “no es para promover la paz y la estabilidad, sino para crear caos en la región a fin de promover los intereses egoístas de EE.UU.”.
La nota acusa, del mismo modo, a Washington, de “incitar a la confrontación” en dichas aguas, una extensión muy disputada del océano Pacífico, donde seis países mantienen, en la actualidad, disputas territoriales, a saber: China, Filipinas, Malasia, Vietnam, Brunéi y Taiwán.
En sus viajes, O’Brien reiteró el respaldo de EE.UU. a Hanói y Manila en su disputa con Pekín, al que acusó de una conducta “increíblemente agresiva” en el mar de la China Meridional.
Asimismo, aprovechó la ocasión para defender las acciones separatistas en Taiwán y Hong Kong, un apoyo que ha sido uno de los focos de las tiranteces entre Washington y Pekín, que, además, mantienen asperezas sobre la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y la guerra comercial y económica.
Las relaciones chino-estadounidenses han vuelto a vivir un nuevo episodio de tensiones, a medida que la parte norteamericana busca aliados en los adversarios de China.
Entretanto, el reciente comunicado de la Oficina de Planificación de Políticas del Departamento de Estado de EE.UU. sobre las supuestas amenazas de China al orden internacional ha agudizado las tiranteces entre ambos países. Pekín tachó el documento de “inventado por fósiles de la Guerra Fría”.
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