“La historia y la práctica han demostrado que el multilateralismo es el camino correcto a seguir. Defender el multilateralismo y la democratización de las relaciones internacionales no es solo una opción elegida por China, sino también es una alternativa elegida por la mayoría de los países del mundo”, dijo el embajador de Pekín en Moscú, Zhang Hanhui, en una reciente entrevista concedida a un medio ruso.
El funcionario chino enfatizó que su país está dispuesto a trabajar con la comunidad internacional, incluida Rusia, para defender la cooperación y el multilateralismo con el fin de oponerse a la hegemonía y las políticas de dominación mundial que desde EE.UU. se viene impulsando de manera gradual en los últimos tiempos.
En su discurso, agregó que el gigante asiático apuesta por salvaguardar conjuntamente con el resto de las naciones el orden internacional con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su epicentro y abordar, a su vez, conjuntamente los desafíos comunes de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, el terrorismo y el cambio climático.
Haciéndose eco de las declaraciones del presidente chino, Xi Jinping, Zhang subrayó que Pekín no exigirá que los países elijan un bando entre China y EE.UU., pues, agregó, el gigante asiático busca desarrollar relaciones de igual a igual y de respeto mutuo con todas las naciones del mundo.
Rusia y China, siendo ambas dos superpotencias nucleares y militares, desde hace mucho tiempo han venido defendiendo un mundo multipolar en aras de preservar la estabilidad y la seguridad de todas las naciones del globo traqueo. En contraposición a esta postura, se haya la amparada por un EE.UU., que, en busca de ampliar sus horizontes hegemónicos para sus réditos geopolíticos, no duda en intervenir militarmente y punitivamente en otros pueblos sin importarle en lo más mínimo las consecuencias que se enfrentarían estas poblaciones.
Entre estas naciones, que han sufrido el yugo imperial de EE.UU., se puede mencionar a Siria, Irak y Venezuela, entre otras, y cuyas poblaciones, por fortuna, reciben asistencia de pueblos amigos como Rusia y China, cuyas autoridades firmes en su decisión de preservar la paz mundial no dudan en acudir a la ayuda de estos países.
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