El nuevo portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, denunció el lunes en una rueda de prensa que Estados Unidos impone “jurisdicción de largo brazo” contra otros Estados al tenor de sus leyes nacionales.
Los embargos extraterritoriales de EE.UU., agregó el diplomático chino, “han violado las leyes internacionales y las normas básicas de relaciones internacionales, además de que han dañado los derechos e intereses legítimos y legales de otros países”.
Wang dijo que Pekín apoya el derecho de todos los Estados a impulsar una cooperación internacional, de acuerdo a las normas internacionales vigentes.
Con estas declaraciones, el diplomático chino compartió la preocupación expresada el viernes por el jefe de la Diplomacia europea, Josep Borrell, sobre el uso creciente de sanciones, o la amenaza de sanciones, por parte de Estados Unidos contra compañías e intereses europeos.
“Hemos sido testigos de esta tendencia en desarrollo en los casos de Irán, Cuba, la Corte Penal Internacional (CPI) y, más recientemente, los proyectos Nord Stream 2 y TurkStream”, indicó Borrell en un comunicado, y agregó que la Unión Europea (UE) “considera que la aplicación extraterritorial de sanciones es contraria al derecho internacional”.
El máximo diplomático europeo reaccionó, de este modo, a los comentarios del secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, quien recientemente amenazó con sancionar a cualquier empresa que participe en la construcción del proyecto del gasoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania.
El bloque europeo ha rechazado también en múltiples veces los embargos unilaterales de EE.UU. contra Irán que impiden a las empresas europeas llevar a cabo actividades comerciales legítimas con el país persa.
La Administración de Estados Unidos ha impuesto varias rondas de sanciones a Teherán con la intención de aumentar la presión sobre el Gobierno, pero el verdadero daño lo han sufrido las comunidades más vulnerables, que se han visto más afectadas por las acciones coercitivas contra la economía iraní.
Las autoridades persas tachan de “terrorismo económico” contra los civiles las sanciones estadounidenses y denuncian que Washington usa los embargos como una herramienta política en contra de aquellos países que no siguen los dictados imperiales de la Casa Blanca.
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