En una conversación telefónica mantenida el miércoles, el mandatario iraní, Hasan Rohani, y el primer ministro de Malasia, Muhyidin Yasin, censuraron los embargos impuestos por parte de Washington contra la nación iraní, enfatizando que dichas restricciones estadounidenses violan los derechos humanos.
Asimismo, expresaron su disposición a utilizar las experiencias de cada uno en el combate contra el coronavirus y cooperar en el suministro de equipos de higiene y médicos.
Los altos funcionarios subrayaron también la importancia de acelerar la implementación de los acuerdos de los dos países en los campos comercial y financiero, así como prometieron hacer sus mayores esfuerzos para profundizar la cooperación mutua.
En otro momento de sus declaraciones, Rohani y Yasin destacaron la importancia del acuerdo nuclear, de nombre oficial el Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), y la necesidad de mantenerlo.
Aunque las sanciones han dificultado el acceso de la nación iraní a medicamentos y equipos médicos, el presidente de EE.UU. Donald Trump, subrayó que su país no tiene “responsabilidad moral alguna” para levantar los embargos antiraníes en medio de la pandemia.
No obstante, el país persa no se ha rendido ante el bloqueo estadounidense, sino que está comercializando kits de prueba del coronavirus, respiradores y mascarillas antivirus, todos de fabricación propia.
El portavoz del Ministerio iraní de Salud , Kianush Yahanpur, ha dado a conocer este jueves que se han confirmado casi 114 000 casos de contagio por el coronavirus, causante de la COVID-19, de los que 6854 han perdido la batalla contra el virus, y 91 000 enfermos se han recuperado.
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