Cientos de coches se amontonaban en los 50 carriles que conforman la carretera durante más de tres horas intentando atravesar el peaje.
Pese a su magnitud, este atasco no ha sido de los peores que se registran en China. En ocasiones anteriores los vehículos han llegado a estar detenidos durante más de una semana.
Pekín, capital china, ha comenzado un plan de cuatro años para reducir el problema del tráfico, según medios locales. La ciudad, con 22 millones de habitantes y cinco millones de vehículos, anunció el mes pasado una serie de medidas para evitar los embotellamientos.
La medida tiene lugar coincidiendo con el momento en que China se considera uno de los lugares más contaminados del mundo. La niebla que se observa en la grabación es la contaminación que sobrevuela constantemente Pekín y otras ciudades chinas.
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