La confesión al medio israelí HaMakom HaKhi Ham, confirma lo que los palestinos llevan tiempo afirmando y se produce dos meses después de que el régimen de Netanyahu rompiera unilateralmente el 18 de marzo el alto el fuego pactado en enero con el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) y reanudara sus ataques.
Según cifras proporcionadas por el ejército israelí, de los 2780 palestinos muertos desde el 18 de marzo, solo unos 500 fueron identificados como “militantes”. Los 2280 restantes eran civiles no sospechosos de ninguna actividad armada.
Esta es una proporción de 4,5 civiles muertos por cada presunto combatiente, “mucho peor” que, en otras guerras recientes, según Drop Site.
Sin embargo, el Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos (Euro-Med) calcula la cifra aún más, afirmando que 14 civiles, incluyendo mujeres y niños, murieron por cada combatiente de la resistencia.
A finales del mes pasado, el grupo afirmó que los civiles representaron más del 94 % de las víctimas de los ataques israelíes en tan solo una semana (entre el 20 y el 26 de abril).
Desde el 7 de octubre de 2023, el régimen israelí ha matado a 52 928 y herido a 119 846 palestinos en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio asediado.
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