La Cámara Alta haitiana decidió el viernes la medida con tan solo un tercio de sus miembros en activo, un hecho que constituye una flagrante violación de la Carta Magna.
Según establece la Constitución del país caribeño, en caso de quedar vacante la Presidencia de la República, “ya sea por renuncia, destitución, muerte o incapacidad física o mental permanente”, el Consejo de Ministros, bajo el mandato del primer ministro, “ejerce el Poder Ejecutivo hasta la elección” de otro jefe de Estado.
La designación de Joseph Lambert, actual titular de la Cámara Alta, eleva la incertidumbre política que vive el país tras el asesinato de Jovenel Moise, que dos días antes de su muerte había nombrado al neurólogo Ariel Henry como nuevo primer ministro en remplazo de Claude Joseph, quien asumió temporalmente el cargo de la Presidencia, una decisión que generó polémica en el país.
El pasado 7 de junio, un grupo de individuos armados atacó la residencia privada del mandatario haitiano, ubicada en el barrio de Pelerin de Puerto Príncipe (capital).
Las autoridades haitianas dicen que el comando que perpetró el crimen estaba compuesto por 26 colombianos y dos estadounidenses. Hasta el momento, han sido arrestadas 19 personas, incluidos 17 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano, por su presunta participación en el asesinato. El Gobierno de Haití busca a seis personas más que habrían participado en el magnicidio; otros tres hombres fueron abatidos.
Haití, la primera república negra libre del mundo, ahora se enfrenta a una crisis política execrable. De hecho, existe un vacío total de poder en el país caribeño: no había Poder Judicial ni Legislativo en Haití, y ahora, hay divergencias sobre el Poder Ejecutivo.
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