Detrás de la Razón: ¿Qué hay detrás del magnicidio en Haití?

Si hubiera que usar una metáfora para denominar a Haití, sería “un laberinto sin salida”.

La nación más empobrecida de América Latina y el Caribe ya venía con el 60 % de su población en pobreza y el 24 % en pobreza extrema, situación agravada con el paso de huracanes y la pandemia. Tan solo en los últimos 35 años, el país tuvo 20 gobiernos.

Incluso un magnicidio, como el acabo de ocurrir, significa un paso más de consecuencias imprevisibles.

No es la primera vez que ocurre en esta nación. En 1915, sucedió cuando Vilbrun Guillaume Sam fue arrastrado y golpeado hasta la muerte por un grupo de rebeldes. La situación terminó con una ocupación de Estados Unidos.

Lo cierto es que el asesinato del presidente en funciones, Jovenel Moïse, por un comando de 28 hombres, de los cuales 26 son de nacionalidad colombiana y 2 haitiana-estadounidense, genera un abanico de más interrogantes que respuestas, cuando faltaban escasos dos meses para llevarse a cabo unas elecciones presidenciales.

Ahora, no sólo es determinar qué o quién está detrás del magnicidio, sino quién gobierna ahora el ya convulso Haití, y cómo queda su situación política de aquí en más.

A primera vista, tomando en cuenta que el mandatario había denunciando un intento de golpe y asesinato en su contra en varias ocasiones, y sumado a el cólera que había originado su manera de gobernar, la disolución del Parlamento, la polémica reforma constitucional posteriormente anulada, la represión durante las manifestaciones en su contra, y las diferencias con otros sectores, sobre el tiempo de entrega de su mandato, podría parecer un crimen mandado a perpetrar por sectores de su propio país.

¿Pero ese comando lleno de mercenarios de otras nacionalidades, tendrá que ver con la complicidad de otro país, también?

Ahora, de acuerdo con la Constitución, el juez jefe de la Corte Suprema es el siguiente designado cuando hay un vacío en la presidencia y en el gobierno. Pero, el hombre a cargo falleció a consecuencia de la COVID-19 hace unos días. El siguiente en la lista sería la persona que presida la Asamblea Nacional, que recordemos no existe.

Por tal razón, no hay una clara transición de poder, basada en la Constitución. Tras el magnicidio, la legislación establece la convocatoria en 90 días de unas nuevas elecciones para renovar el Parlamento y la presidencia.

Por ahora, el primer ministro, Claude Joseph, tomó la iniciativa y declaró el estado de sitio en el país, otorgando amplios poderes al Ejército.

Pero, un día antes de su muerte, Moïse había designado a un nuevo primer ministro que debería tomar el poder esta semana, Ariel Henry, que ya ha mostrado su contrariedad, con Joseph.

Mientras desde la Casa Blanca y la comunidad internacional llegan reacciones. Joe Biden dice querer ayudar a Haití, mientras le demanda continuar con las elecciones de septiembre.

¿A qué se enfrentará ahora la ya golpeada democracia haitiana?

¿Acaso a otra injerencia de actores internacionales?

Algo nada nuevo, tomando en cuenta que ya entre el 2004 al 2017, los llamados "cascos azules" de la ONU, se mantuvieron en la nación, trayendo consigo más males que estabilidad.

En esta edición de Detrás de la Razón por Hispantv, analizamos junto nuestros expertos en la materia, el caótico laberinto sin salida de Haití.

Por Danny Pérez Díaz

IG: @Dannyperezdiaztv

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