Los colegios electorales de Brasil han abierto ya sus puertas a las 08.00 (horas locales) en el comienzo de la primera vuelta de las elecciones que enfrentan al actual mandatario, Jair Bolsonaro, contra el favorito y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) como principales candidatos a gobernar el país.
En esta jornada, que cerrará a las 17.00 (horas locales), están convocados unos 156,4 millones de votantes para elegir al presidente, a los 27 gobernadores, a los 583 diputados, a un tercio del Senado y renovar a los representantes en las asambleas legislativa.
Los sondeos dan una clara ventaja a Lula, candidato del Partido de los Trabajadores (PT), incluso con posibilidades de superar el 50 % de los votos válidos que necesita para acceder a la presidencia en el primer turno.
Brasil decidirá su futuro en un momento en el que tiene que lidiar con índices récord de inflación, una desigualdad de tiempos anteriores, el desempleo, y los estragos de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, mientras existe el temor de que Bolsonaro no reconozca los resultados de las elecciones, después de que haya estado apelando en numerosas ocasiones al Ejército y poniendo en duda al Tribunal Supremo.
Lula y Bolsonaro depositan su voto
Luiz Inacio Lula da Silva ha depositado su voto para las elecciones generales en las afueras de la ciudad de San Pablo (sureste). En declaraciones a la prensa, Lula ha asegurado que no quiere “un país en discordia”, sino que quiere “un país que viva en paz”.
“El pueblo quiere trabajar, quiere tener un salario digno y quiere cuidar a su familia”, ha sostenido para luego abordar las relaciones internacionales. “Brasil no quiere enfrentamientos, quiere estar en buena relación con todos los países”, ha enfatizado.
A su vez, Bolsonaro ha ejercido su derecho a voto en la ciudad de Río de Janeiro en medio de un gran operativo de seguridad y rodeado de personal militar, que bloqueó el acceso a la prensa.
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