• El mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, en una manifestación en Brasilia, 17 de mayo de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: lunes, 18 de mayo de 2020 7:30

Pese a las recomendaciones de salud para frenar el extenso brote de COVID-19 en Brasil, Bolsonaro vuelve a participar en una manifestación y desafía la cuarentena.

Pese al drama que vive Brasil por la pandemia del nuevo coronavirus, el mandatario ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, acompañado por sus once ministros, acudió el domingo a una masiva manifestación celebrada en Brasilia, la capital, frente al palacio presidencial, donde volvió a criticar las medidas de distanciamiento social para combatir el avance de la COVID-19.

Bolsonaro, que en el pasado llegó a calificar la COVID-19 de una simple “gripecita”, otra vez arremetió contra las medidas adoptadas por los Gobiernos regionales y municipales y abogó por el regreso a las actividades habituales. “La población quiere trabajar para colocar comida en la mesa”, repitió el jefe de Estado brasileño.

Para Bolsonaro, más preocupado por la paralización económica del país que por la salud de sus habitantes, la COVID-19 “va a contagiar al 70 % de la población tarde o temprano” y “va a matar a mucha gente sin importar las medidas de distanciamiento que se adopten”.  

 

El mandatario brasileño dijo en la manifestación que no había ningún mensaje contrario a la constitución y que era una muestra de democracia. Sin embargo, el diario local Folha de São Paulo reveló que, antes de la llegada de Bolsonaro al acto, miembros de su equipo de seguridad retiraron carteles con duras críticas de manifestantes al Parlamento y a la Corte.

Asimismo, aunque aparentemente evitó todo contacto físico, Bolsonaro bajó por la rampa del edificio para acercarse lo máximo posible a los manifestantes e incluso llegó a cargar a dos niños y a levantar las manos de los ministros presentes.

Este último incumplimiento de las medidas de distanciamiento social por el líder brasileño se produce tras la salida de dos ministros de Salud en un mes, mientras que la expansión de la COVID-19 —que ya suma más de 241 mil contagiados y 16 mil muertos— ha convertido a Brasil en el país más afectado de América Latina. 

Brasil vive una situación crítica por la pandemia que, de hecho, está poniendo en peligro la continuidad de Bolsonaro en el poder, pues desde diversas sectores llaman a la renuncia del mandatario ultraderechista por su pésima gestión de la crisis.

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