En su discurso ante el 76.º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), el mandatario boliviano, Luis Arce, criticó el jueves la desigualdad en la distribución de vacunas anti-COVID-19 a nivel global, y subrayó que el acceso equitativo a la vacuna debe ser declarado un derecho humano.
Al enfatizar que las ambiciones de las potencias causan la escasez de los fármacos del coronavirus en el mundo e impiden la lucha efectiva contra la pandemia, Arce instó a la liberación de las patentes para la producción de vacunas, con el fin de garantizar que lleguen a todos los países del mundo.
“La crisis de la COVID-19 expuso las vulnerabilidades y desigualdades del sistema financiero y la economía mundial. En un planeta, estrechamente interconectado, es importante profundizar la solidaridad, complementariedad y responder a las necesidades de los pueblos en el contexto de post pandemia”, señaló el dignatario boliviano.
El acceso a vacunas, medicinas, insumos médicos y bienes esenciales como alimentos no pueden estar supeditado a intereses políticos, ni debe usarse el derecho a la vida o a la salud como un mecanismo político de presión, en desmedro de la vida de millones de personas.
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) September 23, 2021
Iniciativa boliviana para zanjar la crisis
En otra parte de su alocución, el presidente de Bolivia pidió a los organismos financieros mundiales acuerdos sobre el refinanciamiento o el alivio de la deuda externa a nivel global para que los países más pobres tengan la capacidad de reconstruir su economía devastada a causa de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.
“Bolivia propone avanzar en acuerdos con los organismos financieros multilaterales para el refinanciamiento o el alivio de la deuda externa a nivel global y para apoyar políticas sociales para poblaciones en situación de vulnerabilidad con desarrollo integral y sostenible”, planteó el mandatario boliviano.
Bolivia fustiga bloqueos de EEUU
Arce quien hablaba por primera vez ante la AGNU, desde que tomara posesión del cargo, denunció además las medidas coercitivas de Estados Unidos, incluido el bloqueo que impone a Cuba desde hace más de sesenta años, y consideró estas rectricciones de “inhumanas y criminales”.
“Rechazamos cualquier medida unilateral con objeto de impedir que nuestros países ejerzan su derecho a determinar libremente sus propios sistemas políticos, económicos y sociales. Una muestra clara de la aplicación de medidas unilaterales, es el inhumano y criminal bloqueo comercial y financiero contra Cuba, que pone en riesgo la vida de más de 11 millones de ciudadanas y ciudadanos en plena pandemia”, indicó.
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